Bug- Nut
Pensamos en unir lo mejor de nuestros bichitos con el fruto seco más famoso y versátil del mundo.
Por una lado está el maní (Arachis hypogaea) una planta originaria de América del sur y aunque que es clasificada como un fruto seco, pertenece a la familia de las legumbres y está relacionada a las lentejas, porotos y soya.
Se cultiva desde la época precolombina; los antiguos incas en Perú, por ejemplo, conocían sus beneficios para la alimentación y también lo usaban como moneda de cambio.
El maní tiene ácidos grasos saludables que actúan como protectores cardiovasculares ya que disminuyen el colesterol LDL y aumentan el HDL, posee proteínas vegetales de gran calidad.
Es rico en triptófano, un aminoácido que mejora la producción de serotonina para estabilizar el estado de ánimo y los ciclos de sueño. Además es bajo en carbohidratos y tiene alto contenido de fibra por lo que tiene un índice glicémico bajo.
El maní también es una excelente fuente de vitaminas y minerales, incluyendo la biotina, potasio, niacina, vitaminas B y
E, fósforo y magnesio.
Tiene potentes antioxidantes como el ácido cumárico y resveratrol, los que ayudan a la renovación celular, al fortalecimiento del sistema inmunológico, de los huesos, del pelo
y de la piel.
Y por otro lado, nuestros insectos son naturalmente ricos en ácido láurico, el cual es una fuente de energía rápidamente disponible, que también es conocida por sus propiedades antimicrobianas y antivirales y además tiene Omega 3, 6 y 9. Estos ácidos grasos esenciales preservan y mejoran el sistema inmune de las mascotas, reduciendo el colesterol y mejorando la salud de la piel y pelaje.
Los insectos no sólo son ricos en nutrientes y minerales, sino que además están llenos de montones de Vitamina B12 (más que la carne de vacuno), tienen más hierro que las espinacas y más calcio que la leche.
Este súper alimento al ser una excelente proteína animal cuenta con todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo requiere para mantenerse sano. Los bichitos son 80% más digestibles que la carne de vacuno debido a su alto índice de magnesio y calcio. Por si esto fuera poco, la proteína de insectos también contiene una fibra llamada quitina, que además de favorecer la digestión funciona como prebiótico que ayuda a mantener saludable la microbiota intestinal y es un potente antiinflamatorio natural.
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